El Manejo Holístico como marco de toma de decisiones en sistemas agroganaderos.
Metodología de gestión agropecuaria y de entornos naturales, el Manejo Holístico se ha convertido en una de las principales apuestas por revertir los efectos perniciosos de la actividad humana insostenible: cambio climático, erosión, inundaciones... Usando el pastoralismo como principal herramienta.
En la década de los 1970, tras intentos infructuosos de acabar con la degradación de la sabana a base de reducir carga animal, pudimos comprobar como al imitar a la naturaleza donde grandes rebaños de ungulados silvestres pastorean de modo masivo en continuo movimiento conseguíamos restablecer los ciclos de la materia, la energía y el agua para luchar de manera efectiva contra la desertización. El manejo holístico, es un marco teórico-práctico para la toma de decisiones en la gestión ganadera y de fauna silvestre basado en la comprensión de los ambientes como un todo aportando herramientas para establecer objetivos, planificar y monitorizar los resultados como veremos más adelante (Savory, 1999).
Son cuatro los principios para un manejo racional (que no rotacional) de los rebaños (Savory, 1999):
1. La naturaleza funciona como una comunidad de relaciones recíprocas entre las personas, los animales y la tierra. Los tomadores de decisiones han de definir el contexto holístico del entero a gestionar contemplando no sólo los objetivos a corto o largo plazo en términos económicos sino también sociales (calidad de vida) o ambientales (base futura de recursos). Además las estrategias habrán de ser holísticas que no lineales contemplando las múltiples interrelaciones dentro de los sistemas naturales. Por ejemplo si manipulamos o cambiamos erróneamente el comportamiento de algunas especies clave como los grandes rebaños de ungulados, podemos obtener grandes e inesperados impactos negativos en otras áreas del ecosistema, léase desertización, o aumentar tremendamente la productividad y mejorar los ciclos naturales si acertamos con nuestra estrategia de pastoreo.
2. Es absolutamente crucial que cualquier sistema de planificación agrícola sea lo suficientemente flexible como para adaptarse a la complejidad de la naturaleza, ya que todos los ambientes son diferentes y están en continuo cambio según las condiciones locales. Por ejemplo, cuando hablábamos de la distribución estacional de la humedad, habremos de ser conscientes de esta circunstancia, si fuera nuestro caso, y preveer estrategias para amortiguar los efectos de un retraso en las lluvias o incluso un periodo de sequía más prolongado de lo habitual.
3. La ganadería puede sustituir estas especies clave que han desaparecido si imita convenientemente a la naturaleza. De manera que la agricultura puede restaurar la tierra, beneficiar la vida silvestre y al mismo tiempo a las personas. El científicorancés Andrè Voisin publicó en 1959 su libro ?La productividad de los pastos? donde se establecen las bases teóricas sobre su fisiología en relación al pastoreo y las estrategias más eficientes para su aprovechamiento ganadero. Las plantas pratenses han coevolucionado con los ungulados silvestres y, del mismo modo que éstos han desarrollado estrategias evolutivas para el pastoreo como vimos anteriormente o aumentado su gregarismo para protegerse de los predadores, éstas han establecido las suyas propias para afrontarlo. Por ejemplo el retardo en la regeneración de 3-5 días tras la acción exfoliante o el establecimiento de un sistema radicular potente con reservas que permiten un rebrote vigoroso en poco tiempo y así poder completar el ciclo vegetativo en estación favorable.
4. El tiempo y la temporización son los factores más importantes en la planificación en el uso de los recursos naturales. Con sistemas de pastoreo permanente de baja densidad animal y sin descanso del pasto los animales vuelven una y otra vez sobre los rebrotes, la parte más tierna de la planta y por tanto más palatable o apetecible produciendo lo que se conoce como sobrepastoreo. Lo cual posterga o incluso impide el desarrollo potencial de la planta al agotar sus reservas y limitando la capacidad de producción de biomasa de la misma (y por tanto de secuestro de carbono) tanto en su parte aérea como radicular. Por otro lado habrá plantas, menos palatables, que no sufrirán defoliación avanzando hasta la senectud y oxidación retardando el ciclo de los nutrientes (sobredescanso). Cuando pastorea un rebaño compacto los animales no tienen tanta capacidad de selección haciendo un aprovechamiento más exhaustivo del pasto viéndose obligados a buscar continuamente pastos intactos y por tanto aumentando el tiempo de recuperación tras la manada.
La principal pega que se aduce al permitir avanzar el desarrollo vegetal en mayor medida sería el aumento de lignificación y por tanto menor digestibilidad y palatabilidad de los pastos resultantes. La clave está en establecer un equilibrio entre cantidad y calidad de pasto. Como podemos observar en la figura 2 en el comienzo de la floración las gramíneas mantienen una digestibilidad de más del 60% con una producción óptima.
Como vemos esto encaja en gran medida con el sistema de la dehesa anterior a los años 1960. Grandes rebaños desplazándose por el agroecosistema en un pastoreo multiespecie y dirigido (por vaqueros, pastores, porqueros, cabreros, paveras...) con largos periodos de recuperación de pastos y entre cultivos (trashumancia y barbecho); integración de animales, personas y plantas; y, por supuesto, en evolución permanente (Palomo, 2011).
El marco holístico de toma de decisiones establece seis pasos básicos para el manejo de los recursos y alcanzar la sustentibilidad del sistema:
Lo cual implica identificar los recursos disponibles, no sólo los productivos sino también los financieros y sobre todo los humanos.
2. Establece tus objetivos a corto, medio y largo plazo. Entre los que deben estar la calidad de vida de las personas envueltas en el proceso, que ha de ser sustentable con el medio en el que viven.
3. Busca los más cercanos indicadores de la salud del ecosistema. Y una vez detectados establece como monitorizarlos. Por ejemplo suelo desnudo, diversidad de plantas o incremento de vida silvestre.
4. No limites las herramientas que usas. Que se clasifican en: tecnológicas, el descanso, los organismos vivos (impacto animal por efecto rebaño y el pastoreo) y por último, si fallan las anteriores, el fuego. El éxito al aplicarlas en los diferentes contextos depende de la creatividad humana condicionada a su vez por la disponibilidad de capital o recursos humanos.
5. Contrasta tus decisiones con preguntas diseñadas para asegurar que éstas sean social, medioambiental y económicamente sustentables a corto y medio plazo.